Consecuencias negativas de las dificultades de pronunciación.
Cuando te derivan niños con alteraciones de pronunciación, la mayoría de ellos se muestran callados, tímidos, algunos sienten angustia, fastidio y/o quieren llorar al tener que repetir palabras con los sonidos que no pueden pronunciar, a veces te dicen durante la evaluación "esa palabra no me sale" y si les dices que repitan carro te dicen auto, porque ingeniosamente están usando, como muletilla, los sinónimos de aquellas palabras que no pueden pronunciar.
Los niños que se han hecho conscientes de que no hablan bien es porque han sido corregidos constantemente, ya sea por los adultos de su entorno o por sus compañeros que sin filtro les han hecho notar que "hablan como bebés", esto ocasiona que el niño pueda elegir no comunicarse mucho en el salón para no ser el foco de atención. Esta situación es una preocupación constante para las tutoras, sobretodo, del nivel inicial y primaria.
La mayoría de padres de familia expresan que para ellos es una sorpresa saber que su niño se muestra retraído en clase, mientras que para otros sucede lo mismo en casa.
Para evitar que los alumnos con este tipo de alteraciones se pierdan de participar con alegría de las actividades diseñadas por la tutora, especialmente en las que ellos deban dar su opinión y/o exponer frente a sus compañeros, es necesario que se les evalúe y corrija tempranamente con el fin de contrarrestar las consecuencias negativas de las dificultades de pronunciación.
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